Con motivo del Día Mundial de la Depresión, la Policlínica Sanicur en Espinardo (Región de Murcia) estudia el papel que desempeña la alimentación en el desarrollo de los trastornos depresivos, dado que la depresión es un trastorno mental que afecta a casi una de cada cinco personas en España. Véronique Naud, psicóloga dentro del establecimiento, arroja luz sobre esta cuestión.
En la Policlínica Sanicur se trata a pacientes adultos que padecen depresión o síndromes depresivos, como alteraciones del estado de ánimo. La psiconutrición estudia el modo en que lo que comemos influye en nuestro cerebro y en nuestra salud mental. En los últimos años se han llevado a cabo numerosas investigaciones científicas, resumidas en publicaciones a gran escala conocidas como “metaanálisis”, por lo que ya no cabe duda de que es posible influir en el bienestar psicológico a través de la dieta.
Psico-nutrición para un mejor tratamiento de los trastornos depresivo
La depresión es una patología de origen multifactorial (deficiencia de neurotransmisores, neuroinflamación, síndrome del intestino permeable e hipermeabilidad intestinal, reducción del BDNF, etc.). Lejos del cerebrocentrismo, las terapias actuales ya no se limitan a los neurotransmisores y los antidepresivos (poco eficaces en caso de inflamación cerebral). También se puede actuar sobre la inflamación protegiendo la microbiota.
La microbiota intestinal es un conjunto de microorganismos no patológicos (cien mil billones en número) compuesto por bacterias, virus y hongos, siendo los primeros los más representados.
Una microbiota sana, denominada microbiota en eubiosis, desempeña numerosas funciones en nuestra salud: digestión y fermentación de los alimentos, producción de metabolitos antiinflamatorios por nuestras bacterias buenas, papel de barrera frente a los microbios patógenos, desarrollo del sistema inmunitario, protección de la pared intestinal, participación en el desarrollo y funcionamiento del cerebro.
Una microbiota en disbiosis es una microbiota menos diversa, con menos bacterias buenas, y esto tendrá consecuencias para la salud en general y la salud mental en particular, con una menor producción de serotonina, producción de moléculas inflamatorias, etc.
Talleres de educación sanitaria dedicados a la psiconutrición
Con estos talleres, la Policlínica Sanicur sensibiliza sobre la importancia de una alimentación sana y equilibrada y sobre la relación entre la microbiota intestinal, el cerebro y la inflamación crónica de bajo grado. La microbiota intestinal está vinculada al cerebro por vías sanguíneas, inmunitarias, hormonales y nerviosas (nervio vago).
La dieta más conocida por sus efectos beneficiosos para la salud es la “dieta mediterránea”, la dieta antiinflamatoria por excelencia y protectora de la microbiota. Por lo general, las personas que siguen esta dieta se ven menos afectadas por la depresión que las que no lo hacen (hasta un 30% menos de riesgo).
Por el contrario, según un estudio australiano dirigido por la psiquiatra Felice Jacke, de la Universidad Deakin y la Universidad de Melbourne, una dieta de comida basura aumenta el riesgo de ansiedad y depresión. Este tipo de dieta es proinflamatoria. Se cree que los alimentos ricos en azúcar desencadenan una cascada de reacciones metabólicas que conducen a un proceso inflamatorio descontrolado perjudicial para nuestra microbiota (que provoca disbiosis) y nuestro cerebro.
Este taller está diseñado para ser interactivo, explicativo e incluso divertido, con el fin de iniciar suavemente un cambio en los hábitos alimentarios de los pacientes. Les permite tomar plena conciencia del lugar que ocupa la comida en su vida cotidiana y del impacto que puede tener en su estado emocional. Nuestro objetivo es lograr un cambio duradero en los hábitos alimentarios del paciente. Se recomendará la dieta mediterránea como dieta a adoptar”, añade la psicóloga.
Esta dieta se detallará en su composición y se comunicará a los pacientes en el establecimiento mediante soportes de papel. También se explicarán los conceptos de prebióticos, los “fertilizantes naturales” de las bacterias buenas, y probióticos.
Por ello recomienda :
Favorecer principalmente las frutas y verduras, poca carne, un poco de queso, legumbres, pescado azul rico en Omega 3 y aceite de oliva, pilar de esta dieta (rico en Omega 9 y polifenoles).
Evita los productos refinados (arroz blanco, pan blanco, pasta blanca, etc.), los productos dulces y refrescos, las grasas saturadas y los productos ultraprocesados (ricos en grasas saturadas, azúcares, edulcorantes y emulgentes).
“Cuidar tu microbiota es un gesto terapéutico fundamental. Hipócrates ya decía que todas las enfermedades empiezan en el intestino. En el futuro, podríamos imaginar que los pacientes que sufren trastornos mentales podrían beneficiarse de alimentos a medida, además de los tratamientos habituales, como ya ocurre con otras patologías”, concluye Véronique Naud, psicóloga.
